Aunque no es una enfermedad que me ha tocado vivir, la he conocido a través de mi hermana quien sí sufrió por varios años de los dolores más insoportables que padecen muchas mujeres: los que provoca la endometriosis.
Esta condición, lamentablemente cada vez más común, afecta a casi 190 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva en todo el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud.
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Imaginar que casi 200 millones de mujeres padecen este dolor crónico me lleva a pensar cuán necesario es el acompañamiento femenino (ginecológico, terapéutico, emocional, nutricional, físico, como un todo) para llegar hasta la raíz de esta enfermedad, al igual que con muchas otras.
¿Qué es la endometriosis?
El endometrio es esa capa que recubre el útero y es lo que hace que tengamos una menstruación, que no es más que el tejido endometrial desprendiéndose de las paredes del útero.

Cuando se habla de endometriosis, quiere decir que ese tejido se ubica fuera del útero (en las trompas de Falopio, en los ovarios y a veces en la pelvis), se engrosa y también sangra, de acuerdo con la Clínica Mayo.
Entre los síntomas de la endometriosis destacan mucho dolor durante la menstruación, las relaciones sexuales, al orinar o defecar, sangrados irregulares y es uno de los causantes de la infertilidad.
El sangrado se puede intensificar si el tejido endometrial comienza a formar quistes en los ovarios (conocidos como endometriomas) o adherencias en otros órganos.
¿Por qué ocurre la endometriosis?
Para la Clínica Mayo, no hay una explicación exacta para esta condición pero existen algunas teorías científicas:
– Cuando la menstruación se retrae hacia las trompas de Falopio en vez de salir por el canal vaginal, por lo que las células endometriales emigran a otras zonas fuera del útero.
– Las hormonas o factores inmunitarios transforman las células que están en el interior del abdomen en tejido endometrial.
– Cuando las células endometriales se tornan aventureras y se disponen a viajar a través de la sangre por otras partes del cuerpo.
– El sistema inmunológico no puede destruir el tejido endometrial que se ubica fuera del útero.
Sin embargo, no nos explican por qué sucede cada una de estas situaciones.

Posibles causas emocionales de la endometriosis o biodescodificación de la endometriosis
Louise Hay, autora del libro “Usted puede sanar su vida”, asegura que “somos nosotros los creadores de todo lo que llamamos ‘enfermedad’ en nuestro cuerpo”. La escritora está convencida de que las emociones son las responsables de esos síntomas.
Claramente, no lo hacemos de forma consciente. Son memorias y recuerdos que se alojan en nuestros órganos los que podrían explicar el desarrollo de algunas enfermedades.
Las que se presentan en el útero tienen que ver con el hogar, la casa, el nido y la creatividad, según esta escritora. El útero es nuestro primer hábitat cuando nuestros padres nos conciben, por lo que cualquier emoción relacionada con ese lugar en el que nos sentimos protegidas se reflejará en el útero.
De acuerdo con el portal Endometriosis Colombia, que cita al autor Christian Fleche, esta condición se manifiesta cuando la mujer “siente que no dispone del nido o la privacidad adecuados para procrear”.

Es decir, tiene miedo de no poder gestar a un hijo (por posibles abortos pasados o niños en la familia que murieron), de las consecuencias del parto o de no ser buena madre. Pero incluso también se presenta cuando hay una gran urgencia de concebir.
Cuando el tejido endometrial migra a los ovarios significa que la mujer pudo haber tenido una pérdida y no ha procesado el duelo. Cuando se desarrolla en la vejiga, se habla de conflictos asociados con su hogar o que necesita su espacio propio.
Bien sea que te sientas identificada o no con estas teorías, es importante trabajar las emociones que puedan estar vinculadas a esta enfermedad, de la mano con una alimentación saludable, ejercicio y técnicas de meditación para que se puedan cortar de raíz las causas y conllevar a la sanación.